
KDOCE otorga solución inmediata para establecimientos
En una resolución histórica para el sistema educativo chileno, el Congreso aprobó este martes la ley que prohíbe y regula el uso de celulares dentro de las salas de clases, medida que comenzará a aplicarse en todos los establecimientos del país a partir de 2026. La iniciativa, ampliamente respaldada por ambas cámaras, busca disminuir distracciones, mejorar la convivencia escolar y fortalecer la atención y el aprendizaje dentro del aula.
La norma establece que los alumnos no podrán usar dispositivos móviles durante las actividades curriculares, salvo en casos excepcionales como emergencias, salud o actividades pedagógicas para estudiantes con NEE o debidamente justificadas. Tras su promulgación, los establecimientos deberán actualizar sus reglamentos internos antes del 30 de junio de 2026, y en 2030 el Ministerio de Educación presentará la primera evaluación nacional sobre los efectos de esta regulación en el rendimiento, la convivencia y el bienestar.
Autoridades y especialistas valoraron la medida, destacando que la dependencia tecnológica actual ha impactado negativamente la concentración, la interacción entre pares y el ambiente formativo.
El ministro Nicolás Cataldo calificó el uso indiscriminado de celulares como un “flagelo” que afecta la calidad del aprendizaje y la salud socioemocional de niños y jóvenes. Investigadores y académicos coincidieron en la necesidad de abordar el problema de manera integral, combinando regulación, formación digital responsable y estrategias pedagógicas actualizadas.
En medio de esta transformación normativa, la discusión ha revelado un desafío urgente:
KDOCE propone solución inmediata: gabinete para almacenamiento de celulares en el aula
Para apoyar la implementación de la nueva ley, KDOCE anunció la disponibilidad inmediata de su Gabinete para Almacenamiento de Celulares, un sistema seguro y estandarizado diseñado para guardar los dispositivos al inicio de cada jornada escolar, garantizando orden, resguardo, seguridad y cumplimiento normativo.
El gabinete ofrece 45 ranuras para estudiantes y 3 para docentes, estructura en aleación de aluminio + candado digital con certificación de seguridad. Su objetivo es permitir que los estudiantes y docentes ingresen a clases sin teléfonos en los bolsillos, reduciendo de manera drástica la distracción, el ciberacoso y el uso no autorizado durante actividades curriculare
Beneficios fundamentales del producto
Las 48 ranuras numeradas simplifican la gestión por lista de curso, asignando a cada estudiante un espacio fijo que agiliza la entrega y recuperación sin interrumpir la clase. Permite ubicar rápidamente cada dispositivo, acortando tiempos de transición entre clases.

La estructura de aluminio entrega rigidez y durabilidad frente al uso intensivo a diario, mientras que la espuma ABS de alta densidad que absorbe ruidos y vibraciones de los dispositivos móviles, reduce impactos de golpes y prolonga la vida útil cuidando los equipos celulares. Este dúo de materiales crea una barrera física y acústica que mantiene un ambiente de clase estable, reduciendo ruidos que puedan interferir con la concentración. Además, su acabado es fácil de limpiar y resiste rayaduras, ideal para tránsito constante de estudiantes y docentes.

El sistema de cierre digital permite definir códigos y evitar accesos no autorizados. El anclaje fijo a muro otorga un espacio único seguro. Este gabinete responde a estándares actuales de seguridad escolar, favorece la trazabilidad y el cumplimiento de protocolos internos.

Al centralizar los celulares en un único punto, se eliminan notificaciones, sonidos y tentaciones que fragmentan la atención. Esto se traduce en clases más fluidas, mayor tiempo efectivo de enseñanza y una participación alineada con los objetivos formativos del establecimiento. La rutina de resguardo reduce conflictos por uso inadecuado y fomenta hábitos autorregulados, mejorando el clima de aula y la continuidad pedagógica.

BENEFICIOS PEDAGÓGICOS
1. Mayor concentración en clases
Al ingresar a la sala sin el celular en el bolsillo, el estudiante reduce de inmediato uno de los distractores más poderosos en la actualidad: las notificaciones constantes. Diversos estudios han demostrado que la sola presencia del teléfono cerca del estudiante disminuye la concentración y fragmenta la atención. Al almacenar los dispositivos en el gabinete, se elimina la tentación de “mirar por si acaso” y se recupera un ambiente de foco continuo. Esto permite que el aprendizaje ocurra en un espacio más estable, favoreciendo el seguimiento de instrucciones, la participación oral y la comprensión profunda de los contenidos. El gabinete, por su diseño seguro y accesible, facilita este proceso sin generar fricción en la dinámica de la clase.
2. Reducción real de distracciones durante la relatoría docente
Cuando el teléfono está a la vista o en el pupitre, los estudiantes tienden a revisarlo de manera automática, incluso sin intención consciente. Al ubicarse en un almacenamiento seguro fuera de alcance, se evita la interrupción constante del flujo cognitivo. Se minimiza la tentación de revisar notificaciones, mensajes o redes sociales, creando un entorno donde el docente puede sostener el ritmo pedagógico sin interrupciones.
La eliminación de distracciones no solo beneficia a quien se ve tentado, sino también al grupo completo, pues desaparecen ruidos visuales y conductuales que interrumpen la dinámica del aula.
3. Reducción real de distracciones durante la relatoría docente
El gabinete KDOCE, fabricado en aleación de aluminio y ABS duradero, incorpora un mecanismo de cierre con candado certificado, lo que asegura que los dispositivos no puedan ser robados, manipulados, ni utilizados sin autorización.
Además, cada teléfono queda ubicado en una ranura individual, evitando choques, caídas o extravíos. Para establecimientos donde las familias expresan preocupación por el resguardo del celular, esta solución genera confianza y evidencia una gestión responsable por parte del colegio. Su nivel de seguridad, aprobado bajo la normas de seguridad y diseño, garantiza cumplimiento técnico y confiabilidad estructural.
4. Fomento de la interacción social y el clima escolar positivo
Uno de los efectos invisibles del uso de celulares es la fragmentación de los vínculos presenciales. Al almacenar los teléfonos, se recuperan conversaciones espontáneas, juegos tradicionales, actividades análogas, colaboración entre compañeros y una socialización más saludable. La ausencia del celular favorece la interacción directa, algo clave en el desarrollo socioemocional y en la convivencia escolar. Los estudiantes se observan, se hablan, se escuchan: aspectos básicos para la construcción de comunidad escolar y bienestar emocional.
5. Ambientes de aprendizaje más homogéneos y equitativos
Cuando todos los estudiantes almacenan sus celulares en un dispositivo común, se genera un ambiente de igualdad tecnológica donde ningún alumno se encuentra en desventaja por no tener un teléfono inteligente de alta gama o por no recibir autorización de sus padres para usarlo. Esta equidad contribuye a disminuir tensiones, bullying asociado al tipo de dispositivo y comparaciones entre pares. Además, crea un piso común desde el cual la concentración y el proceso educativo se vuelven una experiencia compartida y sin distractores que afecten solamente a algunos.
6. Acceso rápido y seguro en caso de emergencias
A diferencia de políticas prohibitivas que obligan a guardar los teléfonos en mochilas o dejarlos en casa, el gabinete permite una recuperación rápida y organizada del dispositivo en caso de emergencia real: sismos, evacuaciones, comunicaciones con familias, alertas institucionales, etc. El diseño con compartimentos visibles y ordenados agiliza los tiempos de retiro, garantiza que cada estudiante recupere su teléfono sin caos y mantiene el proceso bajo control del establecimiento.
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