Estamos en un cruce de caminos educativos. En el pasado, la mayoría de los planes de estudios fueron diseñados para preparar a los estudiantes para las carreras de la era industrial. Ahora, gran parte de ese trabajo se ha automatizado, y los estudiantes del futuro tienen que estar preparados para la era de la información, donde se definirá menos su valor en el lugar de trabajo por la cantidad de su producción y más por la calidad de su resolución de problemas y pensamiento creativo.
Aprendizaje pasivo, donde los estudiantes tomaron notas y leer los libros de texto, será reemplazado por el aprendizaje activo, donde los estudiantes aprenden haciendo y hacer descubrimientos fundamentales a sí mismos. Aquí, los maestros se convertirán en facilitadores en lugar de expositores. Lo que una vez fue la excepción, se convertirá en la norma. El aprendizaje será impulsado por la curiosidad, no la memorización: los estudiantes recuerdan experiencias, no frases resaltadas en un libro de texto. Estudiantes alentadores para hacer descubrimientos juntos conduce a mejores habilidades de comunicación y colaboración que le ayudarán a tener éxito en la fuerza de trabajo. Todo esto es para decir: la escuela del futuro se centrará en el desarrollo de experiencias atractivas que la curiosidad natural de los estudiantes de acogida en un entorno de colaboración.
Una gran cantidad de cambios están llegando a la educación. En el futuro el arte y el espíritu empresarial se unirá a la ciencia, tecnología, matemáticas para promover la diversidad educativa y ayudar a los estudiantes a elegir una carrera con la cual sean verdaderamente apasionados.